Qué es lo que falta para creer que Dios murió, qué es lo que falta para creer quién lo mató.
El libro blanco, rojo y azul se me perdió sólo me quedan mi mente y tú, qué voy a hacer.
Véndeme el alma que ayer valió quiero comprar te vendo el cuerpo de mi virtud ya no es igual.
Cualquiera muere, dos nacerán hay que confiar si tu conciencia no va a explotar por qué pensar.